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+29 Poemas de Amado Nervo y frases cautivadoras

Poemas de Amado Nervo
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¿Cuál es el poema más famoso de Amado Nervo? Definida y concisa son las palabras perfectas para precisar la escritura poética de Amado Nervo.

El estilo modernista es lo que destaca la forma de escribir de este poeta, que dejó todo un legado de textos que se leen oscuros, enigmáticos, ambiguos, que muestran diferentes realidades y comparaciones con un toque de rebeldía.

Los argumentos poéticos de Nervo son caracterizados por el uso del lenguaje narcisista, aristocrático y técnico y los poemas idealizaban historias en escenarios excéntricos y atemporales.

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Por lo que se puede deducir que las formas del tiempo y el espacio dejaban de comportarse uniformes a la realidad para abrir paso a la imaginación y la inventiva del poeta mexicano.

El simbolismo es otro aspecto que se puede localizar con frecuencia en los textos de la autoría de Nervo. El uso de este recurso es de utilidad para provocar una mezcla entre lo subjetivo y lo real.

Su nivel cultural y la peculiar estrategia empleada por Amado Nervo destacaron de un manera muy brillante y fue lo que le brindo el reconocimiento que hoy en día goza.

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También el sensualismo toma parte en algunos de sus poemas, por lo que puede resultar enrevesado y bastante atractivo leer y disfrutar de sus trabajos.

Románticos poemas de Amado Nervo

El nivel de cultura que poseía Amado Nervo era uno de sus rasgos más notables y que fácilmente se puede identificar si observamos detalladamente la composición de sus obras.

Entre sus líneas solía hacer referencias a personajes propios de la mitología, por lo es común encontrar mención de Mefistófeles, un demonio del folclore alemán considerado como un subordinado de Satanás encargado de recolectar almas para encerrarlas en el infierno.

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+29 Poemas de Amado Nervo y frases cautivadoras
Románticos poemas de Amado Nervo

Pero no todas las composiciones del autor son oscuras, también solía enfatizar los sentimiento que se desencadenan en medio de situaciones extremas en las que los fenómenos emocionales reina.

El amor es una de las emociones que Nervo solía acentuar dentro de su contenido poético y es justo ese sentimiento el que en esta sección destacaremos con la selección de los poemas románticos más famosos del literato.

A Leonor

Una composición poética dedicada a una mujer es lo que podemos hallar al leer este primer poema de Amado Nervo.

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En el es utilizados elementos de origen oscuros, como la magia y las sombras, pero lejos de ser un escrito enfocado en tinieblas posee un aura de romance.

Tu cabellera es negra como el ala
del misterio; tan negra como un lóbrego
jamás, como un adiós, como un «¡quién sabe!»
Pero hay algo más negro aún: ¡tus ojos!

Tus ojos son dos magos pensativos,
dos esfinges que duermen en la sombra,
dos enigmas muy bellos… Pero hay algo,
pero hay algo más bello aún: tu boca.

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Tu boca, ¡oh sí!; tu boca, hecha divinamente
para el amor, para la cálida
comunión del amor, tu boca joven;
pero hay algo mejor aún: ¡tu alma!

Tu alma recogida, silenciosa,
de piedades tan hondas como el piélago,
de ternuras tan hondas…
Pero hay algo,
pero hay algo más hondo aún: ¡tu ensueño!

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El primer beso

El beso de esa persona amada causa gran regocijo en el ser humano. y ese es precisamente el mensaje que transmite Amado Nervo en este dulce poema romántico.

Las palabras con que están compuestas esta poesía llenan de inspiración y frenesí a cualquier lector.

Yo ya me despedía…. y palpitante
cerca mi labio de tus labios rojos,
«Hasta mañana», susurraste;
yo te miré a los ojos un instante
y tú cerraste sin pensar los ojos
y te di el primer beso: alcé la frente
iluminado por mi dicha cierta.

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Salí a la calle alborozadamente
mientras tu te asomabas a la puerta
mirándome encendida y sonriente.

Volví la cara en dulce arrobamiento,
y sin dejarte de mirar siquiera,
salté a un tranvía en raudo movimiento;
y me quedé mirándote un momento
y sonriendo con el alma entera,
y aún más te sonreí…

Y en el tranvía
a un ansioso, sarcástico y curioso,
que nos miró a los dos con ironía,
le dije poniéndome dichoso:
Perdóneme, Señor esta alegría.

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El amor nuevo

El amor en su máxima expresión es lo que el autor intenta definir en este bello poema romántico, siendo el sentimiento reciente el protagonista de su prosa.

Todo amor nuevo que aparece
nos ilumina la existencia,
nos la perfuma y enflorece.

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En la más densa oscuridad
toda mujer es refulgencia
y todo amor es claridad.
Para curar la pertinaz
pena, en las almas escondida,
un nuevo amor es eficaz;
porque se posa en nuestro mal
sin lastimar nunca la herida,
como un destello en un cristal.

Como un ensueño en una cuna,
como se posa en la rüina
la piedad del rayo de la luna.
como un encanto en un hastío,
como en la punta de una espina
una gotita de rocío…

¿Que también sabe hacer sufrir?
¿Que también sabe hacer llorar?
¿Que también sabe hacer morir?

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-Es que tú no supiste amar…

Mi secreto

La muerte llega, curiosamente, a darle vida a este poema romántico de Amado Nervo.

En el describe el sentimiento naciente luego de la perdida del ser amado y la nostalgia que provoca su ausencia cuando aun el sentimiento de apego y pasión persiste a pesar del tiempo.

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¿Mi secreto? ¡Es tan triste! Estoy perdido
de amores por un ser desaparecido,
por un alma liberta,
que diez años fue mía, y que se ha ido…
¿Mi secreto? Te lo diré al oído:
¡Estoy enamorado de una muerta!

¿Comprendes -tú que buscas los visibles
transportes, las reales, las tangibles
caricias de la hembra, que se plasma
a todos tus deseos invencibles-
ese imposible de los imposibles
de adorar a un fantasma?

¡Pues tal mi vida es y tal ha sido
y será!
Si por mí sólo ha latido
su noble corazón, hoy mudo y yerto,
¿he de mostrarme desagradecido
y olvidarla, no más porque ha partido
y dejarla, no más porque se ha muerto?

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Deidad

Palabras motivadoras son las que componen este poema de Amado Nervo, un trabajo del escritor que busca levantar el ánimo de todo aquel que se sienta cabizbajo para que el plan perfecto de Dios se realice en sus vidas.

Como duerme la chispa en el guijarro
y la estatua en el barro,
en ti duerme la divinidad.
Tan sólo en un dolor constante y fuerte
al choque, brota de la piedra inerte
el relámpago de la deidad.

No te quejes, por tanto, del destino,
pues lo que en tu interior hay de divino
sólo surge merced a él.
Soporta, si es posible, sonriendo,
la vida que el artista va esculpiendo,
el duro choque del cincel.

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¿Qué importan para ti las horas malas,
si cada hora en tus nacientes alas
pone una pluma bella más?
Ya verás al cóndor en plena altura,
ya verás concluida la escultura,
ya verás, alma, ya verás…

Éxtasis

La fascinación de la naturaleza y la vida misma fue la musa del escritor para desarrollar este bello poema en el que emplea un lenguaje simple para describir la creación divina como placer grato de la vida.

Cada rosa gentil ayer nacida,
cada aurora que apunta entre sonrojos,
dejan mi alma en el éxtasis sumida…
¡Nunca se cansan de mirar mis ojos
el perpetuo milagro de la vida!

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Años ha que contemplo las estrellas
en las diáfanas noches españolas
y las encuentro cada vez mas bellas.
Años ha que en el mar, conmigo a solas,
de las olas escucho las querellas,
y aun me pasma el prodigio de las olas!

Cada vez hallo la Naturaleza
más sobrenatural, más pura y santa,
Para mí, en rededor, todo es belleza;
y con la misma plenitud me encanta
la boca de la madre cuando reza
que la boca del niño cuando canta.

Quiero ser inmortal, con sed intensa,
porque es maravilloso el panorama
con que nos brinda la creación inmensa;
porque cada lucero me reclama,
diciéndome, al brillar: «Aquí se piensa,
también aquí se lucha, aquí se ama».

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Si tú me dices «¡Ven!»

En esta ocasión nos hemos topado con un escrito religiosos desarrollado por Amado Nervo.

Un poema que expone el clamor del literato para acceder a la presencia de Dios y mientras esta en vida seguir los mandamientos del señor de los cielos y la tierra.

Si tú me dices «¡ven!», lo dejo todo…
No volveré siquiera la mirada
para mirar a la mujer amada…
Pero dímelo fuerte, de tal modo

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que tu voz, como toque de llamada,
vibre hasta el más íntimo recodo
del ser, levante el alma de su lodo
y hiera el corazón como una espada.

Si tú me dices «¡ven!», todo lo dejo.
Llegaré a tu santuario casi viejo,
y al fulgor de la luz crepuscular;
mas he de compensarte mi retardo,
difundiéndome ¡Oh Cristo! ¡como un nardo
de perfume sutil, ante tu altar!

El celaje

A pesar que la muerte es el destino inminente del ser humano, siempre sorprende a los allegados de la persona que fallece.

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En este poema del escritor mexicano es expuesto el sentimiento de angustia que deja el deceso de esta persona especial.

¿Adónde fuiste, Amor; adónde fuiste?
Se extinguió del poniente el manso fuego,
y tú que me decías: «hasta luego,
volveré por la noche»… ¡no volviste!

¿En qué zarzas tu pie divino heriste?
¿Qué muro cruel te ensordeció a mi ruego?
¿Qué nieve supo congelar tu apego
y a tu memoria hurtar mi imagen triste?

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…Amor, ¡ya no vendrás! En vano, ansioso,
de mi balcón atalayando vivo
el campo verde y el confín brumoso;

y me finge un celaje fugitivo
nave de luz en que, al final reposo,
va tu dulce fantasma pensativo.

El día que me quieras

Las ilusiones del ser humanos son esenciales para desatar los más complejos engranajes de la imaginación y en este poema, Amado Nervo hace uso de su potencial para idear realidades fantásticas y crea una composición romántica de excelente calidad.

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Este poema en particular puede ser perfecto para dedicar. Con su lenguaje sencillo logra cautivar al lector con el sentimiento más puro.

El día que me quieras tendrá más luz que junio;
la noche que me quieras será de plenilunio,
con notas de Beethoven vibrando en cada rayo
sus inefables cosas,
y habrá juntas más rosas
que en todo el mes de mayo.

Las fuentes cristalinas
irán por las laderas
saltando cristalinas
el día que me quieras.

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El día que me quieras, los sotos escondidos
resonarán arpegios nunca jamás oídos.
Éxtasis de tus ojos, todas las primaveras
que hubo y habrá en el mundo serán cuando me quieras.

Cogidas de la mano cual rubias hermanitas,
luciendo golas cándidas, irán las margaritas
por montes y praderas,
delante de tus pasos, el día que me quieras…
Y si deshojas una, te dirá su inocente
postrer pétalo blanco: ¡Apasionadamente!

Al reventar el alba del día que me quieras,
tendrán todos los tréboles cuatro hojas agoreras,
y en el estanque, nido de gérmenes ignotos,
florecerán las místicas corolas de los lotos.

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El día que me quieras será cada celaje
ala maravillosa; cada arrebol, miraje
de «Las Mil y una Noches»; cada brisa un cantar,
cada árbol una lira, cada monte un altar.

El día que me quieras, para nosotros dos
cabrá en un solo beso la beatitud de Dios.

Poemas cortos de Amado Nervo

La capacidad de imaginar con la que contaba Amado Nervo resultó ser una gran fortaleza y como era de esperarse, fue uno de los elementos que destacó en muchos de sus trabajos poéticos, logrando hacer comparaciones exitosas de la belleza femenina con otros materiales y aspectos naturales.

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Los poemas cortos escritos por este autor mexicano reflejan las fortalezas arraigadas en su personalidad y a pesar de sus extensión reducida, no carecen de propiedad y por ello son catalogados como de los mejores movimientos modernistas.

En paz

Demos apertura a la lista de los poemas cortos de Amado Nervo con uno de sus más expendidos trabajos.

En este texto de su autoría envía un mensaje a la vida, una enseñanza que cualquier persona puede aplicar en la propia para elevar su tranquilidad y convertirla en paz inmediata.

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Muy cerca de mi ocaso, yo te bendigo, vida,
porque nunca me diste ni esperanza fallida,
ni trabajos injustos, ni pena inmerecida;

porque veo al final de mi rudo camino
que yo fui el arquitecto de mi propio destino;

que si extraje la miel o la hiel de las cosas,
fue porque en ellas puse hiel o mieles sabrosas:
cuando planté rosales, coseché siempre rosas.

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…Cierto, a mis lozanías va a seguir el invierno:
¡mas tú no me dijiste que mayo fuese eterno!

Hallé sin duda largas noches de mis penas;
mas no me prometiste tú sólo noches buenas;
y en cambio tuve algunas santamente serenas…

Amé, fui amado, el sol acarició mi faz.
¡Vida, nada me debes! ¡Vida, estamos en paz!

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Identidad

Todos los seres humanos somos enviados al mundo por obra y gracia de Dios y en la vida debemos apegarnos a sus leyes y mandamientos para así obtener la vida eterna prometida.

Este poema del escritor asume esto como un hecho este principio y asegura que debemos ser uno con Dios para alcanzar las profecías divinas.

El que sabe que es uno con Dios, logra el Nirvana:
un Nirvana en que toda tiniebla se ilumina;
vertiginoso ensanche de la conciencia humana,
que es sólo proyección de la Idea Divina
en el Tiempo…

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El fenómeno, lo exterior, vano fruto
de la ilusión, se extingue: ya no hay pluralidad,
y el yo, extasiado, abísmase por fin en lo absoluto,
¡y tiene como herencia toda la eternidad!

A una francesa

Esta composición poética del escritor mexicanos se puede entender como una fiel dedicatoria a una mujer, en la que describe aspectos significativos de la vida de ella.

El mal, que en sus recursos es proficuo,
jamás en vil parodia tuvo empachos:
Mefistófeles es un cristo oblicuo
que lleva retorcidos los mostachos.

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Y tú, que eres unciosa como un ruego
y sin mácula y simple como un nardo,
tienes trágica crin dorada a fuego
y amarillas pupilas de leopardo.

Madrigal

Los ojos son la ventana del alma y muchos escritores has desarrollados poemas que giran en torno a este principio, enalteciendo la mirada como uno de los más bellos misterios de la vida.

Amado Nervo no se quedó atrás, en este poema utiliza a los ojos para describir la hermosura.

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Por tus ojos verdes yo me perdería,
sirena de aquellas que Ulises, sagaz,
amaba y temía.
Por tus ojos verdes yo me perdería.

Por tus ojos verdes en lo que, fugaz,
brillar suele, a veces, la melancolía;
por tus ojos verdes tan llenos de paz,
misteriosos como la esperanza mía;
por tus ojos verdes, conjuro eficaz,
yo me salvaría.

Escamoteo

Una nueva oportunidad se presenta para describir el sentimiento de perdida que se genera con la muerte de una persona importante y Amado Nervo vuelve hacer de las suyas, con palabras delicadas y sencillas logra describir lo impactante de este hecho.

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Con tu desaparición
es tal mi estupefacción,
mi pasmo, que a veces creo
que ha sido un escamoteo,
una burla, una ilusión;

que tal vez sueño despierto,
que muy pronto te veré,
y que me dirás: «¡No es cierto,
vida mía, no me he muerto;
ya no llores…, bésame!»

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Cobardía

La traición y el impacto del amor no correspondido deja secuelas en la personalidad de los individuos, siendo en muchos de los casos el principal motivo porque las personas suelen despreciar el romance.

Amado Nervo hace su magia con las letras y deja en claro este sentimiento de temor al volver empezar una relación luego de haber sido lastimado.

Pasó con su madre. ¡Qué rara belleza!
¡Qué rubios cabellos de trigo garzul!
¡Qué ritmo en el paso! ¡Qué innata realeza
de porte! ¡Qué formas bajo el fino tul…!
Pasó con su madre. Volvió la cabeza:
¡me clavó muy hondo su mirar azul!

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Quedé como en éxtasis…
Con febril premura,

«¡Síguela!», gritaron cuerpo y alma al par.
…Pero tuve miedo de amar con locura,
de abrir mis heridas, que suelen sangrar,
¡y no obstante toda mi sed de ternura,
cerrando los ojos, la deje pasar!

Pasas por el abismo de mis tristezas

El romance vuelve hacer acto de presencia dentro de los escritos de Amado Nervo, pero esta vez se manifiesta como una luz al final del túnel oscuro.

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En este poema se describe como las tristezas son sumergidas en luz para ser borrada por el amor.

Pasas por el abismo de mis tristezas
como un rayo de luna sobre los mares,
ungiendo lo infinito de mis pesares
con el nardo y la mirra de tus ternezas.

Ya tramonta mi vida; la tuya empiezas;
mas, salvando del tiempo los valladares,
como un rayo de luna sobre los mares
pasas por el abismo de mis tristezas.

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No más en la tersura de mis cantares
dejará el desencanto sus asperezas;
pues Dios, que dio a los cielos sus luminares,
quiso que atravesaras por mis tristezas
como un rayo de luna sobre los mares.

Me besaba mucho

Las muestras de afecto del ser amado son las memorias que se añoran cuando falta la persona y con esa crece el dolor de la perdida al recodar los mimos y la ternura.

Amado Nervo con su peculiar forma de escribir compone un bello poema reflexivo que invita amar en gran medida pues el tiempo en el mundo es corto y largas las memorias.

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Me besaba mucho, como si temiera
irse muy temprano… Su cariño era
inquieto, nervioso. Yo no comprendía
tan febril premura. Mi intención grosera
nunca vio muy lejos

¡Ella presentía!
Ella presentía que era corto el plazo,
que la vela herida por el latigazo
del viento, aguardaba ya…, y en su ansiedad
quería dejarme su alma en cada abrazo,
poner en sus besos una eternidad.

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Ofertorio

Nos topamos nuevamente con un escrito que ponen en evidencia las creencias religiosas del autor, haciendo ver a la divinidad del señor como el máximo placer de la vida.

Dios mío, yo te ofrezco mi dolor:
¡Es todo lo que puedo ya ofrecerte!
Tú me diste un amor, un solo amor,
¡un gran amor!

Me lo robó la muerte
…y no me queda más que mi dolor.
Acéptalo, Señor:
¡Es todo lo que puedo ya ofrecerte!…

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Yo no soy demasiado sabio

Los files creyentes en la creación divina de Dios lo antepones como el más grande, sabio y bondadoso, y sobre esto trata este poema que asegura que la sabiduría del ser humano no se compara con la grandeza del señor.

Yo no soy demasiado sabio para negarte,
Señor; encuentro lógica tu existencia divina;
me basta con abrir los ojos para hallarte;
la creación entera me convida a adorarte,
y te adoro en la rosa y te adoro en la espina.

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¿Qué son nuestras angustias para querer por
argüirte de cruel? ¿Sabemos por ventura
si tú con nuestras lágrimas fabricas las estrellas,
si los seres más altos, si las cosas más bellas
se amasan con el noble barro de la amargura?
Esperemos, suframos, no lancemos jamás
a lo Invisible nuestra negación como un reto.

Pobre criatura triste, ¡ya verás, ya verás!
La Muerte se aproxima… ¡De sus labios oirás
el celeste secreto!

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Envío

La tragedia y el sentimiento de perdida vuelve a aflorar dentro de las líneas producida por la pluma del escritor mexicano.

En esta oportunidad en forma de texto corto llega una prosa dedicada a una mujer importante en la vida del autor.

La canción que me pediste,
la compuse y aquí está;
cántala bajito y triste:
ella duerme (para siempre); la canción la arrullará.

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Cántala bajito y triste,
cántala…

Lo más natural

La atracción a primera vista aparece para dar sentido a este poema de extensión corta de la autoría mexicana describiendo el encuentro casual de dos personas que inician en ese momento el camino de

Me dejaste -como ibas de pasada-
lo más inmaterial que es tu mirada.

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Yo te dejé -como iba tan de prisa-
lo más inmaterial, que es mi sonrisa.

Pero entre tu mirada y mi risueño
rostro quedó flotando el mismo sueño.

Ofrecimiento

La devota personalidad de Amado Nervo le permitió desarrollar un gran número de poemas destinado a exaltar al altísimo.

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Enseñando los caminos y los mandamientos que el Dios de las alturas envía a sus fieles siervos, y en esta oportunidad son explicadas las maravillas que el señor ha realizado en el mundo.

Señor, Tú regaste los campos de flores
que llenan el aire de aroma y frescor,
cubriste los cielos de inmensos fulgores
y diste a los mares su eterno rumor.

Doquier resplandece tu amor sin segundo;
la tierra proclama tu gloria doquier;
y en medio a esos himnos que brotan del mundo,
yo quiero elevarte mi voz de placer.

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Famosos poemas de Amado Nervo

Juan Crisóstomo Ruiz Nervo como es su nombre de nacimiento, llegó al mundo el 27 de agosto en 1870, y durante su vida demostró versatilidad como artista en el campo de la literatura.

No solo se dedicó estrictamente a la poesía pero si fue en esta rama literaria donde tuvo mayor presencia.

+29 Poemas de Amado Nervo y frases cautivadoras
Famosos poemas de Amado Nervo

Amado Nervo sufrió una vida llena de hechos desafortunados y trágicos, iniciando por la muerte de su padre en 1879 cuando solo tenía 9 años de edad, hasta la perdida de su amor Ana Cecilia Luisa Dillez en 1912.

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Sin embargó, ninguno de estos acontecimientos obligó al escritor a separarse de la poesía y por el contrario se convirtieron en fortalezas para lograr desarrollar trabajos formidable que en la actualidad son recordados.

Espíritu que naufraga

Los aspectos más resultantes dentro de la poesía de Amado Nervo destacan por contener elemento religiosos y abordar temáticas con pasión y romance.

Que mejor forma de iniciar la lista de los poemas más famosos del escritor que este que recoge todos las piezas antes mencionada.

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Espíritu que naufraga
en medio de un torbellino,
porque manda mi destino
que lo que no quiero haga;

frente al empuje brutal
de mi terrible pasión,
le pregunto a mi razón
dónde están el bien y el mal;

quién se equivoca, quién yerra;
la conciencia, que me grita:
¡Resiste!, llena de cuita,
o el titán que me echa en tierra.

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Si no es mío el movimiento
gigante que me ha vencido,
¿por qué, después de caído,
me acosa el remordimiento?

La peña que fue de cuajo
arrancada y que se abisma,
no se pregunta a sí misma
por qué cayó tan abajo;

mientras que yo, ¡miserable!,
si combato, soy vencido,
y si caigo, ya caído
aún me encuentro culpable,

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¡y en el fondo de mi mal,
ni el triste consuelo siento
de que mi derrumbamiento
fue necesario y fatal!

Así, lleno de ansiedad
un hermano me decía,
y yo le oí con piedad,
pensando en la vanidad
de toda filosofía…

y clamé, después de oír
Oh mi sabio no saber,
mi elocuente no argüir,
mi regalado sufrir,
mi ganancioso perder!

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¿Llorar? ¡para qué!

Palabras inspiradoras son las que componen este hermoso poema que deja como enseñanza lo pasajero de las tristezas planteando que el dolor es eventual y que luego de superar las etapas del desconsuelo lleva la paz y el regocijo.

Este es el libro de mi dolor:
lágrima a lágrima lo formé;
una vez hecho, te juro, por
Cristo, que nunca más lloraré.
¿Llorar? ¡Por qué!

Serán mis rimas como el rielar
de una luz íntima, que dejaré
en cada verso; pero llorar,
¡eso ya nunca! ¿Por quién? ¿Por qué?

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Serán un plácido florigelio,
un haz de notas que regaré,
y habrá una risa por cada arpegio…
¿Pero una lágrima? ¡Qué sacrilegio!
Eso ya nunca. ¿Por quién? ¿Por qué?

Nochebuena

El nacimiento de Cristo es celebrado por muchas culturas con grandes cenas y junto a los miembros de familia. En esta oportunidad Amado Nervo dedica sus versos a esta tradición celebrada en nochebuena.

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Pastores y pastoras,
abierto está el edén.
¿No oís voces sonoras?
Jesús nació en Belén.

La luz del cielo baja,
el Cristo nació ya,
y en un nido de paja
cual pajarillo está.

El niño está friolento.
¡Oh noble buey,
arropa con tu aliento
al Niño Rey!

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Los cantos y los vuelos
invaden la extensión,
y están de fiesta cielos
y tierra… y corazón.

Resuenan voces puras
que cantan en tropel:
Hosanna en las alturas
al Justo de Israel!

¡Pastores, en bandada
venid, venid,
a ver la anunciada
Flor de David!…

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Homenaje

Como bien su nombre no indica este texto poético de la autoría de Nervo no es más que un homenaje dedicado a la vida y obra del poeta, periodista y diplomático Rubén Darío.

Ha muerto Rubén Darío,
¡el de las piedras preciosas!

Hermano, ¡cuántas noches tu espíritu y el mío,
unidos para el vuelo, cual dos alas ansiosas,
sondar quisieron ávidas el Enigma sombrío,
más allá de los astros y de las nebulosas!

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Ha muerto Rubén Darío,
¡el de las piedras preciosas!

¡Cuántos años intensos junto al Sena vivimos,
engarzando en el oro de un común ideal
los versos juveniles que, a veces, brotar vimos
como brotan dos rosas a un tiempo de un rosal!

Hoy tu vida, inquieta cual torrente bravío,
en el Mar de las Causas desembocó; ya posas
las plantas errabundas en el islote frío
que pintó Böckin… ¡ya sabes todas las cosas!

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Ha muerto Rubén Darío,
¡el de las piedras preciosas!

Mis ondas rezagadas van de las tuyas; pero
pronto en el insondable y eterno mar del todo
se saciara mi espíritu de lo que saber quiero:
del Cómo y del Porqué, de la Esencia y del Modo.

Y tú, como en Lutecia las tardes misteriosas
en que pensamos juntos a la orilla del Río
lírico, habrás de guiarme… Yo iré donde tu osas,
para robar entrambos al musical vacío
y al coro de los orbes sus claves portentosas…

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Ha muerto Rubén Darío
¡el de las piedras preciosas!

Inmortalidad

Con palabras dulce aparece nuevamente el romance en uno de los poemas de Nervo en el que se destaca una historia de amor y el impacto de esta en la vida de los involucrados.

No, no fue tan efímera la historia
de nuestro amor: entre los folios tersos
del libro virginal de tu memoria,
como pétalo azul está la gloria
doliente, noble y casta de mis versos.

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No puedes olvidarme: te condeno
a un recuerdo tenaz. Mi amor ha sido
lo más alto en tu vida, lo más bueno;
y sólo entre los légamos y el cieno
surge el pálido loto del olvido.

Me verás dondequiera: en el incierto
anochecer, en la alborada rubia,
y cuando hagas labor en el desierto
corredor, mientras tiemblan en tu huerto
los monótonos hilos de la lluvia.

¡Y habrás de recordar! Esa es la herencia
que te da mi dolor, que nada ensalma.
¡Seré cumbre de luz en tu existencia,
y un reproche inefable en tu conciencia
y una estela inmortal dentro de tu alma!

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Dormir

Exaltado es habito de dormir en este poema que lo predispone como el más grande de los placeres humanos, y en el que son dedicadas varias líneas para describir los beneficios del mismo.

¡Yo lo que tengo, amigo, es un profundo
deseo de dormir!… ¿Sabes?: el sueño
es un estado de divinidad.
El que duerme es un dios… Yo lo que tengo,
amigo, es gran deseo de dormir.

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El sueño es en la vida el solo mundo
nuestro, pues la vigilia nos sumerge
en la ilusión común, en el océano
de la llamada «Realidad».

Despiertos
vemos todos lo mismo:
vemos la tierra, el agua, el aire, el fuego,
las criaturas efímeras… Dormidos
cada uno está en su mundo,
en su exclusivo mundo:

hermético, cerrado a ajenos ojos,
a ajenas almas; cada mente hila
su propio ensueño (o su verdad: ¡quién sabe!)

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Ni el ser más adorado
puede entrar con nosotros por la puerta
de nuestro sueño. Ni la esposa misma
que comparte tu lecho
y te oye dialogar con los fantasmas

que surcan por tu espíritu
mientras duermes, podría,
aun cuando lo ansiara,
traspasar los umbrales de ese mundo,
de tu mundo mirífico de sombras.

¡Oh, bienaventurados los que duermen!
Para ellos se extingue cada noche,
con todo su dolor el universo
que diariamente crea nuestro espíritu.
Al apagar su luz se apaga el cosmos.

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El castigo mayor es la vigilia:
el insomnio es destierro
del mejor paraíso…

Nadie, ni el más feliz, restar querría
horas al sueño para ser dichoso.

Ni la mujer amada
vale lo que un dormir manso y sereno
en los brazos de Aquel que nos sugiere
santas inspiraciones. ..

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«El día es de los hombres; mas la noche,
de los dioses», decían los antiguos.

No turbes, pues, mi paz con tus discursos,
amigo: mucho sabes;
pero mi sueño sabe más… ¡Aléjate!
No quiero gloria ni heredad ninguna:
yo lo que tengo, amigo, es un profundo
deseo de dormir…

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Si una espina me hiere

Hermosa enseñanza es la que trasmite este poema, exterioriza los más oscuros y profundos sentimientos del ser humano para explicar sobre ellos lo negativo.

Si una espina me hiere, me aparto de la espina,
…Pero no la aborrezco! Cuando la mezquindad
envidiosa en mi clava los dardos de su inquina,
esquívase en silencio mi planta, y se encamina hacia más puro
ambiente de amor y caridad.

¿Rencores? ¡De qué sirven! ¿Qué logran los rencores?
Ni restañan heridas, ni corrigen el mal.
Mi rosal tiene apenas tiempo para dar flores,
y no prodiga savias en pinchos punzadores:
si pasa mi enemigo cerca de mi rosal,

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se llevará las rosas de más sutil esencia;
y si notare en ellas algún rojo vivaz,
será el de aquella sangre que su malevolencia
de ayer vertió, al herirme con encono y violencia,
y que el rosal devuelve, trocado en flor de paz!

+20 Famosas frases de Amado Nervo

Bien sean frases extraídas de alguno de los trabajos más impactantes del escritor mexicano o algún pensamiento que dejó plasmado para las generaciones venideras, las oraciones que hemos recopilado son realmente cautivadoras.

Sin duda estas frases lograras enfocar tu mente y te harán una invitación formal para cultivar la motivación.

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Si lo ves desde otro punto de vista pueden ser excelentes consejos que se pueden aplicar a la vida diaria para lograr grandes éxitos.

La frese con que iniciamos el recorrido por los pensamientos más profundos del autor se transforma en un consejo de amor, pero no el que se entrega sin condiciones a otro, si no más bien al que aumenta la visión de nosotros mismo, porque antes de brindar cariño a otro es necesario amarse uno en primer lugar.

«Si no te quieren como tú quieres que te quieran, ¿qué importa que te quieran?»

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La tristeza es considerada por muchos como un sentimiento negativo, pero por el contrario el autor lo mantiene como algo positivo.

Pues gracias a este sentimiento se pueden superar situaciones poco gratas y aprender de los errores.

Por otro lado, también propone al pensamiento como una enfermedad del espíritu lo que concuerda con muchos estudioso actuales y basado en esto surge el dicho popular que dice «el que mucho piensa poco hace».

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«La tristeza es un don del cielo, el pesimismo es una enfermedad del espíritu».

Los sueños son el motor de la acciones y es justo lo que señala el autor con este breve pensamiento.

«Yo he vivido porque he soñado mucho»

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Amar sin medida y regalar cariño al mundo es algo necesario para Amado Nervo quien consideraba este sentimiento como un motor para el bienestar humano.

“Ama como puedas, ama a quien puedas, ama todo lo que puedas. No te preocupes de la finalidad de tu amor”.

El sentimiento de tristeza es típico encontrarlo en los trabajos de Nervo, gracias a la vida repleta de hecho desafortunados la muerte y los sentimientos oscuros estaban presentes al momento de escribir.

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Así que es de esperarse encontrar un dilema de este tipo.

«Dime amigo: ¿La vida es triste o soy triste yo?»

 

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Muchas personas consideran que cuando se ama son más profundas la heridas dejadas por la decepción y por ello el autor pensaba que las cosas al llegar tienen la capacidad de lastimar.

«Todas las cosas llegan, le hacen a uno daño y se van».

En esta oportunidad Amado Nervo no cautiva con una definición bien acertada del temor.

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“Yo defino el temor: una autosugestión más o menos voluntaria de inferioridad”.

El escritor afirma en este pensamiento que los únicos individuos capaces de descubrir la soluciones a sus problemas son ellos mismo.

«Busca dentro de ti la solución de todos los problemas, hasta aquellos que creas más exteriores y materiales».

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En este pensamiento Nervo plantea a la vida como un sueño y asegura que por ser así no tiene lógica alguna por cual regir ya que son la personas las que van forjando su camino y alcances.

«Quienes piden lógica a la vida se olvidan de que es un sueño. Los sueños no tienen lógica. Esperemos a despertar».

Una fuerte critica y al mismo tiempo una enseñanza útil para aprender a valorar los detalles de la vida.

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«Si eres orgulloso conviene que ames la soledad; los orgullosos siempre se quedan solos».

Eclesiastés 3:1 dice «todo tiene su tiempo y toso lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora».

Al ser una persona devota a los mandamientos de Dios mantenía el pensamiento de que existe un momento para ver materializado los objetivos.

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«La mayor parte de los fracasos nos viene por querer adelantar la hora de los éxitos».

Otro pensamiento influido por la religiosidad, que afirma que para eliminar los vacíos existenciales es necesario recurrir a la verdad de Cristo.

«El alma es un vaso que sólo se llena con eternidad».

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Amor es lo único que necesitan los corazones del ser humano y es justo lo que propone el escritor en este destacado pensamiento.

“Siempre que haya un vacío en tu vida, llénalo de amor”.

Existe un dicho popular que platea el enunciado de que del apuro solo queda el cansancio, y esto es lo que propone Nervo en esta frase cautivadora de su autoría.

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«¿Por qué aguardas con impaciencia las cosas? Si son inútiles para tu vida, inútil es también aguardarlas. Si son necesarias, ellas vendrán y vendrán a tiempo».

Otra definición un poco más arriesgada para determinar el miedo y lograr entender la repercusiones que tienen en el ser.

«El miedo no es más que un deseo al revés».

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El camino a la eternidad divina esta atada al cumplimiento de los mandamientos de Dios y a pesar de que el ser humano goza de libre albedrío este debe atender al llamado del señor.

“Todo hombre es como un cheque en blanco firmado por Dios. Nosotros mismos escribimos en él la cifra de su valor con nuestro merecimiento.”

Al pensar progresivamente en obtener la felicidad se pasa por desapercibidos los pequeños detalles que proporcionan la verdadera felicidad.

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“La condición por excelencia de la felicidad es no pensar en ella.”

Los buenos modales del ser humano son importante para levantar una sociedad llena de amor.

«La cortesía es el más exquisito perfume de la vida, y tiene tal nobleza y generosidad que todos la podemos dar, aún aquellos que nada poseen en el mundo».

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La verdadera belleza se encuentra en lo que no podemos ver con ojos humanos, sino con los del alma.

“¡La belleza sólo es, pues, espejísmo!”

Una frase extraída de uno de sus poemas más famosos que propone a los ojos de una dama como un misterio sin resolver en el que interactúan dos elementos importantes su propio ser y el propósito de Dios en ella.

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“En los ojos de una bella hay más de un misterio; hay dos: el dulce misterio de ella y el gran misterio de Dios.”

Curiosamente Amado Nervo, al igual que muchos escritores mexicanos de la época, participó activamente en la política de su país ejerciendo el cargo de secretario de la embajada de México en Madrid en 1905, y como ministro plenipotenciario de Argentina y Uruguay cargo que ocupa hasta el día de su muerte.

Fallece lejos de su patria en Montevideo el 24 de mayo de 1919 a los 48 años de edad. Sus restos fueron llevado a México y sepultados en la Rotonda de los Hombre Ilustres.

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