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+11 Poemas del Marqués de Santillana ¡Más representativos!

Poemas del Marqués de Santillana
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¿Quién fue el Marqués de Santillana? Íñigo López de Mendoza, mejor conocido como Marqués de Santillana nació en 1388 en Carrión de los Condes y falleció en 1458.

Quedó huérfano de padre cuando aún era pequeño, a la edad de 6 años, y fue criado por su madre y su abuela.

Pasó gran parte de su adolescencia al servicio de la corte aragonesa donde entró en contacto con poetas catalanes y valencianos, descubrió la lírica trovadoresca y conoció algo de literatura italiana.

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Al igual que muchos personajes importantes de su época, participó en la política y combatió en diversas batallas, siendo la más importante de sus actuaciones la contienda de Olmedo, a la cual el rey le otorgó el título de Marqués de Santillana y el de conde de Manzanares.

En cuanto a su obra literaria se puede decir abiertamente que es variada y recoge diversas influencias, desde la lírica provenzal y galaicoportuguesa hasta la nueva métrica italiana, que intentó adaptar al castellano un siglo antes de que lo hiciera Juan Boscán.

Marqués de Santillana recogió y estilizó la tradición medieval castellana en sus canciones de delicado y fresco estilo, y demostró en ellas su conocimiento del folclore popular.

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Poemas de Marqués de Santillana breves e ingeniosos

En las obras del Marqués de Santillana se puede encontrar el estilo de un poeta absolutamente natural que, utilizando con precisión las palabras, logró plasmar su amor por su tierra y sus frustraciones amorosas.

Entre sus obras más importantes se encuentran La comedieta de ponza, Proverbios y Bías contra fortuna.

También escribió una extensa obra poética, en la que cultivó los más variados géneros y formas, desde la canción lírica al soneto, y desde el decir narrativo al poema dialogado, la la Carta Proemio al Condestable Pedro de Portugal.

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Se trata sin lugar a dudas, de uno de las más importantes figuras de la literatura, y por ello es digno de un espacio dedicado a sus trabajos poéticos.

Hemos recopilado algunos de sus trabajos más representativos que seguramente te encantaran.

Poemas de Marqués de Santillana breves e ingeniosos

Cuando yo veo a la gentil criatura

¿Existirá mejor manera de iniciar un recorrido por los poemas del Marqués de Santillana que con este hermoso verso?

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Habrá quienes concuerden en que si, pero nos complace comenzar por esta obra. En ella son abordados elementos con la completa naturalidad característica del escritor.

Cuando yo veo a la gentil criatura
que el cielo, acorde con naturaleza
formaron, loo mi buena ventura.
El punto y hora de tanta belleza

me demostraron, y su hermosura,
que sola de loor es la pureza;
mas luego torno con igual tristura
y plango y quéjome de su crueza.

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Que no fue tanta la del mal Thereo,
ni hizo la de Achila y de Potino,
falsos ministros de ti, Ptholomeo.

Así que lloro mi servicio indigno
y la mi loca fiebre, pues que veo
y me hallo cansado y peregrino.

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Lejos de vos

Este poema del Marqués de Santillana parece ser una invitación formal a amar la poesía y la lírica, pues el talento para la letras con el que contaba este escritor deja mucho que decir.

Lejos de vos y cerca de cuidado,
pobre de gozo y rico de tristeza,
fallido de reposo y abastado
de mortal pena, congoja y braveza,

desnudo de esperanza y abrigado
de inmensa cuita y visto de aspereza,
la mi vida me fuye, mal mi grado,
la muerte me persigue sin pereza.

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Ni son bastantes a satisfacer
la sed ardiente de mi gran deseo
Tajo al presente, ni me socorrer

la enferma Guadïana, ni lo creo.
Sólo Guadalquivir tene poder
de me guarir y sólo aquél deseo.

Sitio de amor con grande artilleria

El amor siempre fue y sera uno de los principales elementos inspiradores, y en este poema del Marqués de Santillana se vuelve el centro en una composiciones totalmente enfocada en el sentimentalismo.

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Sitio de amor con grande artilleria
me veo en torno, e con poder inmenso,
e jamás çessan de noche e de día,
nin el animo mío esta suspenso

de sus combates, con tanta porfía
que ya me sobran, maguer me defenso.
Pues que faras, o triste vida mía,
que non lo alcanza por mucho que pienso?

La corporea fuerça de Samsón,
ni de David el gran amor divino,
el seso nin saber de Salomón,

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nin Hercoles se falla tanto dino
que resistir pudiessen tal presión;
así que a defensar me fallo indino.

Poemas de Marqués de Santillana para recordar

Dentro de las composiciones de el Marqués de Santillana se encuentra una obra que puede considerarse como el primer texto de historia literaria en España.

La Carta Proemio al Condestable Pedro de Portugal publicada en 1445, en la que se declara partidario de un tipo de poesía rica en latinismos y erudición, esto apoyándose en clásicos como Homero y Séneca.

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Poemas de Marqués de Santillana para recordar

La vaquera de la Finojosa

Este poema de Marqués de Santillana muestra el estilo único del poeta que se destaca por lo natural y el uso de estos elementos para dar inspiración a los lectores.

Moza tan fermosa
non ví en la frontera,
como una vaquera
de la Finojosa.

Faciendo la vía
del Calatraveño
a Santa María,
vencido del sueño,
por tierra fragosa
perdí la carrera,
do ví la vaquera
de la Finojosa.

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En un verde prado
de rosas e flores,
guardando ganado
con otros pastores,
la ví tan graciosa
que apenas creyera
que fuese vaquera
de la Finojosa.

Non creo las rosas
de la primavera
sean tan fermosas
nin de tal manera,
fablando sin glosa,
si antes supiera
de aquella vaquera
de la Finojosa.

Non tanto mirara
su mucha beldad,
porque me dexara
en mi libertad.
Mas dixe:–«Donosa
(por saber quién era),
¿aquella es la vaquera
de la Finojosa?…»

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Bien como riendo,
dixo: –«Bien vengades;
que ya bien entiendo
lo que demandades:
non es desseosa
de amar, nin lo espera,
aquessa vaquera
de la Finojosa.»

La mozuela de Bores

Marqués de Santillana fue un escritor erudito, con una enorme recopilación de textos cultos, es por ello la gran mayoría de sus obras reflejan esos dotes gracias a la selección de palabras.

Mozuela de Bores,
allá do la Lama,
pusom’en amores.

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Cuidé qu’ olvidado
amor me tenía,
como quien s’havía
grand tiempo dexado
de tales dolores
que más que la llama
queman amadores.

Mas vi la fermosa
de buen continente,
la cara placiente,
fresca como rosa,
de tales colores
cual nunca vi dama,
nin otra, señores.

Por lo cual:«señora»
le dixe, «en verdad
la vuestra beldad
saldrá desd’agora
dentr, estos alcores,
pues meresce fama
de grandes loores».

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Dixo:«cavallero,
tiradvos afuera:
dexad la vaquera
passar al otero;
ca dos labradores
me piden de Frama,
entrambos pastores».

«Señora, pastor
seré si queredes:
mandarme podédes,
como á servidor;
mayores dulçores
será á mí la brama
que oyr ruyseñores.»

Asy concluymos
el nuestro proçesso
sin facer exçesso
é nos avenimos.
É fueron las flores
de cabe Espinama
los encobridores

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Menga de Manzanares

Marqués de Santillana supo utilizar con precisión las palabras y logró plasmar dentro de su obra poética su amor por su tierra y sus frustraciones amorosas.

Este último elemento presente en el poema que mostraremos a continuación.

Por todos estos pinares
nin en Navalagamella,
no vi serrana más bella
que Menga de Mançanares.

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Desçendiedo yelmo a yuso,
cóntral Bovalo tirando
en esse valle de suso,
vi serrana estar cantando;
saluéla, segund es uso,
e dixe: «Serrana, estando
oyendo, yo non me excuso
de fazer lo que mandares».

Respondióme con ufana:
«Bien vengades, cavallero;
¿quién vos trae de mañana
por este valle señero?,
Ca por toda aquesta llana
yo non dexo andar vaquero,
nin pastora, nin serrana,
sinon Pasqual de Bustares.

Pero ya, pues la ventura
por aquí vos ha traydo,
convién en toda figura
sin ningund otro partido,
que me dedes la çintura,
o entremos a braz partido;
ca dentro en esta espesura
vos quiero luchar dos pares».

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Desque vi que non podía,
partíme dallí sin daña,
como aquel que non sabía
de luchar arte nin maña;
con muy grand malenconía,
arméle tal guardamaña,
que cayó con su porfía
çerca de unos tomellares.

Poemas de Marqués de Santillana, Serranillas

Al rededor de la figura de este destacado escritor rueda un rumor bastante interesante. Se dice que el Marqués de Santillana contaba con una de las mejores bibliotecas de toda España.

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+11 Poemas del Marqués de Santillana y serranillas
Poemas de Marqués de Santillana, Serranillas

Esta valiosa e importante biblioteca pone en manifiesto el interés del Marqués de Santillana por la cultura y los libros.

Esta enorme colección se encuentra integrada por una gran variedad de autores y géneros, así como por las traducciones de obras clásicas que encargó y de cuya supervisó se ocupó él mismo.

Serranilla I (La serrana de Boxmediano)

Marqués de Santillana compuso unas célebres y muy populares serranillas en las cuales idealizó a las serranas, esto quizas por las influencias de la refinada lírica provenzal y sus pastorelas en él.

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Serranillas de Moncayo,
Dios vos dé buen año entero,
ca de muy torpe lacayo
faríades caballero.

Ya se pasaba el verano,
al tiempo que hombre s’apaña
con la ropa a la tajaña,
encima de Boxmediano
vi serrana sin argayo
andar al pie d’un otero,
más clara que sal’en mayo,
el alba nin su lucero.

Díjele: «Dios vos mantenga,
serrana de buen donaire».
Respondió como’n desgaire:

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«¡Ay!, qu’en hora buena venga
aquel que para Sant Payo
d’esta irá mi prisionero».
E vino a mí como rayo
diciendo: «Preso, montero».

Díjele: «Non me matedes,
serrana, sin ser oído,
ca yo non soy del partido,
d’esos por quien vos lo habedes.

Aunque me vedes tal sayo
en Ágreda soy frontero,
e non me llaman Pelayo,
maguer me vedes señero».

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Desque oyó lo que decía,
dijo: «Perdonad, amigo,
mas folgad ora conmigo,
e dejad la montería.

A este zurrón que trayo
quered ser mi parcionero,
pues me fallesció Mingayo,
que era comigo ovejero.

Finida

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Entre Torrellas y el Fayo
pasaremos el febrero».
Díjele: «De tal ensayo,
serrana, soy placentero».

Serranillas X (La vaquera de Berzosa)

Este poema de Marqués de Santillana es otra de las Serranillas de su autoría, que sería en todo caso un tipo de lírica rústica amorosa en metros cortos de origen popular.

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Éñego López de Mendoza

Madrugando en Robledillo
por ir buscar un venado,
fallé luego al Colladillo
caza, de que fui pagado.

Al pie d’esa grand montaña,
la que dicen de Berzosa,
vi guardar muy grand cabaña
de vacas moza fermosa.

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Si voluntad no m’engaña,
no vi otra más graciosa:
si alguna d’esto s’ensaña,
lóela su namorado.

Respuesta de Gómez Carrillo d’Acuña

Señor, yo me maravillo,
siendo vos galán honrado,
este fecho tan poquillo
habervos tan agradado.

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La que mi sentido apaña,
esto no tomés por glosa,
que no vive’n toda España
señora más generosa
y fermosa, cosa estraña,
si alguna d’esto s’ensaña,
lóela su namorado.

Serranilla V (Menga de Manzanares)

Las Serranilla de Marqués de Santillana se compone de 6 estrofas, una de ellas es la cabeza, divididas en versos de 6 sílabas con rima consonante, de arte menor y encadenada.

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Por todos estos pinares
nin en Val de la Gamella,
non vi serrana más bella
que Menga de Manzanares.

Descendiendo’l yelmo ayuso,
contra Bóvalo tirando,
en ese valle de suso
vi serrana entrar cantando;

saluela, segund es uso,
e dije: «Serrana, estando
oyendo, yo non m’excuso
de facer lo que mandares».

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Respondiome con ufana:
«Bien vengades, caballero.
¿Quién vos trae de mañana
por este valle señero?

Ca por toda aquesta llana
yo non dejo andar vaquero,
nin pastora, nin serrana,
sinon Pascual de Bustares.

Pero ya, pues la ventura
por aquí vos ha traído,
convien’en toda figura,
sin ningund otro partido,
que me dedes la cintura,
o entremos a braz partido,
ca dentro en esta espesura
vos quiero luchar dos pares».

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Desque vi que non podía
partirme d’allí sin daña,
como aquel que non sabía
de luchar arte nin maña,
con muy grand malenconía,
armele tal guadramaña
que cayó con su porfía
cerca d’unos tomellares.

Serranilla VIII (La mozuela lepuzcana)

La Serranilla es una composición lírico-narrativa en verso de arte menor típicamente castellana que cuenta el encuentro amoroso con una mujer de la sierra o serrana, y justo esta compuesta por el Marqués de Santillana cumple con esas características.

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De Vitoria me partía
un día d’esta semana
por me pasar Alegría,
do vi moza lepuzcana.

Entre Gaona e Salvatierra,
en ese valle arbolado
donde s’aparta la sierra,
la vi guardando ganado,
tal como el albor del día,
en un hargante de grana,
cual tod’hombre la querría,
non vos digo por hermana.

Yo loé las de Moncayo
e sus gestos e colores,
de lo cual non me retrayo,
e la mozuela de Bores;
pero tal filosomía
en toda la Sumontana
cierto non se fallaría,
nin fue tan fermosa Illana.

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De la moza de Bedmar,
a fablarvos ciertamente,
razón hobe de loar
su gracia e buen continente;
mas tampoco negaría,
la verdad, que tan lozana,
aprés la señora mía,
non vi dona nin serrana.

Serranilla III (Illana, la serrana de Lozoyuela)

Finalmente cerramos la lista de las Serranillas compuestas por el Marqués de Santillana con esta inspirada en la serrana de Lozoyuela.

Después que nascí,
non vi tal serrana
como esta mañana.

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Allá en la vegüela
a Mata el Espino,
en ese camino
que va a Lozoyuela,
de guisa la vi
que me fizo gana
la fruta temprana.

Garnacha traía
de oro, presada
con broncha dorada,
que bien relucía.
A ella volví
e dije: «Serrana,
¿si sois vos Illana?»

«Sí soy, caballero;
si por mí lo habedes,
decid, ¿qué queredes?,
fablad verdadero».
Respondile así:
«Yo juro a sant’Ana
que non sois villana».

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Con todos los datos de la vida del Marqués de Santillana no queda duda de que este hombre era muy dado para la creación poética y por esta misma razón se le considera como el primer poeta del siglo XV.

Curiosamente, la poesía religiosa escrita por este autor se concentra prácticamente en los dos últimos años de su vida, retirado ya de las preocupaciones mundanas y quizá con el presentimiento cercano de la muerte rondando su mente.

Déjanos un comentario y cuéntanos que te ha parecido el artículo dedicado a los poemas del Marqués de Santillana.

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