Miguel de Cervantes Saavedra (1547 – 1616), nació en Alcalá, España. Vivió la misma época de Lope de Vega y Francisco de Quevedo.
Por lo que su vida estuvo llena de problemas como el cautiverio, la cárcel, sin ningún tipo de ingresos, sino al final de su vida tras el éxito que representó el Quijote.
Igualmente, fue soldado de Lepanto, junto a su hermano, y tuvo amoríos desde muy joven, para casarse a la edad de 37 años con su novia Catalina de Salazar y Palacios.
Aunque no se conocen oficialmente acerca de sus estudios, los poemas de Miguel de Cervantes fueron publicados desde muy joven.
Sin embargo, su éxito se vio empañado por uno de sus principales rivales españoles, de Vega, quien si logró la aureola del éxito, desde el comienzo.
A pesar de ser un reconocido escritor, vivió con carencias económicas y no fue hasta el final de su vida que vio un poco de recompensa
Vivió en diferentes partes de Europa, tal vez en la búsqueda de espacios en los nuevos espacios conquistados por España.
No tuvo la relevancia necesaria y al final de su vida escribió a un ritmo imparable: las Novelas ejemplares vieron la luz en 1613; el Viaje al Parnaso, en verso, en 1614.
A partir de esta fecha estuvo enfermo y muere en Madrid a los 68 años de edad de diabetes.
Poemas de Miguel de Cervantes
Escribiendo una de las máximas creaciones del ingenio humano, Don Quijote de la Mancha, es considerado asimismo el arranque de la novela moderna.
Concebido inicialmente por Cervantes como una parodia de los libros de caballerías. Igualmente, tenía conocimiento que estaba introduciendo un nuevo género literario, como la novela.
Así como Don Quijote de la Mancha, las obras y poemas de Miguel de Cervantes son trascendentales. Sus obras están llenas de realismo y fantasía, meditación y reflexión sobre la literatura.
En el caso del Quijote, los personajes discuten sobre su propia entidad de personajes mientras las fronteras entre delirio y razón y entre ficción y realidad se borran una y otra vez.
Don Quijote de la Mancha ha sido unánimemente definido como la obra cumbre de la literatura universal
Miguel de Cervantes inicia su obra poética con las cuatro composiciones dedicadas a Exequias de la reina Isabel de Valois.
Otros poemas fueron: A Pedro Padilla, A la muerte de Fernando de Herrera, A la Austriada de Juan Rufo.
Como poeta sin embargo destaca en el tono cómico y satírico, y sus obras maestras son los sonetos Un valentón de espátula y greguesco y Al túmulo del rey Felipe II.
Redondilla castellana
En este poema de Miguel de Cervantes nos explica sobre el panorama de las guerras que vivió en la época que España estaba en plena conquista de las nuevas tierras (Latinoamérica).
Cuando dejaba la guerra
libre nuestro hispano suelo,
con un repentino vuelo
la mejor flor de la tierra
fue trasplantada en el cielo;y, al cortarla de su rama,
el mortífero accidente
fue tan oculto a la gente
como el que no ve la llama
hasta que quemar se siente.Advertisement
El casto ardor de una amorosa llama…
Como parte de los escritos y poemas de Miguel de Cervantes, nos expone un caso en un tono algo jocoso, dedicado a López Maldonado.
El casto ardor de una amorosa llama,
un sabio pecho a su rigor sujeto,
un desdén sacudido y un afecto
blando, que al alma en dulce fuego inflama,el bien y el mal a que convida y llama
de amor la fuerza y poderoso efecto,
eternamente, en son claro y perfecto,
con estas rimas cantará la fama,Advertisementllevando el nombre único y famoso
vuestro, felice López Maldonado,
del moreno etíope al cita blanco,y hará que en balde de laurel honroso
espere alguno verse coronado
si no os imita y tiene por su blanco.
Cartagena
En pleno auge por la conquista, donde España avanzaba sobre los territorios de las Indias, el escritor Miguel de Cervantes nos describe el aire de llegar a tierra firme.
Con esto poco a poco llegué al puerto
a quien los de Cartago dieron nombre,
cerrado a todos vientos y encubiertoy a cuyo claro y singular renombre
se postran cuantos puertos el mar baña,
descubre el sol y ha navegado el hombre.Advertisement
Ovillejos
La locura, el amor, la fortuna, los celos, e incluso, la muerte son los temas que aborda el poeta Miguel de Cervantes, en este poema, que detalla más sobre el autor.
¿Quién menoscaba mis bienes?
¡Desdenes!
¿Y quién aumenta mis duelos?
¡Los celos!
¿Y quién prueba mi paciencia?
¡Ausencia!De ese modo en mi dolencia
ningún remedio me alcanza,
pues me matan las esperanzas,
desdenes, celos y ausencia.Advertisement¿Quién me causa este dolor?
¡Amor!
¿Y quién mi gloria repugna?
¡Fortuna!
¿Y quién consiente mi duelo?
¡El cielo!De ese modo yo recelo
morir de este mal extraño,
pues se aúnan en mi daño
amor, fortuna y el cielo.¿Quién mejorará mi suerte?
¡La muerte!
Y el bien de amor, ¿quién le alcanza?
¡Mudanza!
Y sus males, ¿quién los cura?
¡Locura!AdvertisementDe ese modo no es cordura
querer curar la pasión,
cuando los remedios son
muerte, mudanza y locura.
Epitafio
Como uno de los grandes poemas de Miguel de Cervantes, Epitafio es la poesía funeral del autor.
Aquí el valor de la española tierra,
aquí la flor de la francesa gente,
aquí quien concordó lo diferente,
de oliva coronando aquella guerra;aquí en pequeño espacio veis se encierra
nuestro claro lucero de occidente;
aquí yace enterrada la excelente
causa que nuestro bien todo destierra.Mirad quién es el mundo y su pujanza,
y cómo, de la más alegre vida,
la muerte lleva siempre la victoria;Advertisementtambién mirad la bienaventuranza
que goza nuestra reina esclarecida
en el eterno reino de la gloria.
Bailan las gitanas
Como parte de la poesía clásica, un poco para encajar en el formato de poeta de la época, Miguel de Cervantes, nos describe una pleitesía a la monarquía española, que se asentaba en aquellos años.
Bailan las gitanas,
míralas el rey;
la reina, con celos,
mándalas prender.AdvertisementPor Pascua de Reyes
hicieron al rey
un baile gitano
Belica e Inés.Turbada Belica,
cayó junto al rey,
y el rey la levanta
de puro cortés;mas como es Belilla
de tan linda tez,
la reina, celosa,
mándalas prender.Advertisement
A la reina Doña Isabel
Y siguiendo la línea de la realeza, y para encajar con los poetas coetáneos. Miguel de Cervantes, de forma directa dedica el poema a la reina.
Serenísima reina, en quien se halla
lo que Dios pudo dar a un ser humano;
amparo universal del ser cristiano,
de quien la santa fama nunca calla;Advertisementarma feliz, de cuya fina malla
se viste el gran Felipe soberano,
ínclito rey del ancho suelo hispano
a quien Fortuna y Mundo se avasalla:¿cuál ingenio podría aventurarse
a pregonar el bien que estás mostrando,
si ya en divino viese convertirse?Que, en ser mortal, habrá de acobardarse,
y así, le va mejor sentir callando
aquello que es difícil de decirse.
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De la Virgen, sin par, santa y bendita
Así como encontramos poemas al amor, a los reyes, dentro de los poemas de Miguel de Cervantes están los dedicados a la religión, en este caso a la Virgen.
De la Virgen sin par, santa y bendita
(digo, de sus loores), justamente
haces el rico, sin igual presente
a la sin par cristiana Margarita.Dándole, quedas rico, y queda escrita
tu fama en hojas de metal luciente,
que, a despecho y pesar del diligente
tiempo, será en sus fines infinita:Advertisement¡felice en el sujeto que escogiste,
dichoso en la ocasión que te dio el cielo
de dar a Virgen el virgíneo canto;venturoso también porque heciste
que den las musas del hispano suelo
admiración al griego, al tusco espanto.
Al tumulto del rey que se hizo en Sevilla
Como parte de la línea desarrollada por el poeta Miguel de Cervantes, nos encontramos con otro poema dedicado a la monarquía. En este poema expresa una oda al propio Rey.
«¡Voto a Dios que me espanta esta grandeza
y que diera un doblón por describilla!;
porque, ¿a quién no suspende y maravilla
esta máquina insigne, esta braveza?¡Por Jesucristo vivo, cada pieza
vale más que un millón, y que es mancilla
que esto no dure un siglo, ¡oh gran Sevilla,
Roma triunfante en ánimo y riqueza!¡Apostaré que la ánima del muerto,
por gozar este sitio, hoy ha dejado
el cielo, de que goza eternamente!»
Esto oyó un valentón y dijo: «¡Es ciertoAdvertisementlo que dice voacé, seor soldado,
y quien dijere lo contrario miente!»
Y luego en continente
caló el chapeo, requirió la espada,
miró al soslayo, fuese, y no hubo nada.
Cual vemos del rosado y rico oriente
Ya cambiando de aires, el poeta Miguel de Cervantes nos plasma en el siguiente poema una rica descripción sobre el oriente.
No se sabe si fue porque lo visitó, sin embargo, su expresión poética nos pone sobre las aguas del Golfo.
Cual vemos del rosado y rico oriente
la blanca y dura piedra señalarse
y en todo, aunque pequeña, aventajarse
a la mayor del Cáucaso eminente,tal este (humilde al parecer) presente
puede y debe mirarse y admirarse,
no por la cantidad, mas por mostrarse
ser en su calidad tan excelente.El que navega por el golfo insano
del mar de pretensiones verá al punto
del cortesano laberinto el hilo.Advertisement¡Felice ingenio y venturosa mano
que el deleite y provecho puso junto
en juego alegre, en dulce y claro estilo!
Bien donado sale al mundo
En el siguiente poema de Miguel de Cervantes nos describe, como una sátira, tal vez un poco por aquello de no tener suficiente éxito económico, sobre el libro.
Bien donado sale al mundo
este libro, do se encierra
la paz de amor y la guerra,
y aquel fruto sin segundo
de la castellana tierra;Advertisementque, aunque le da Maldonado,
va tan rico y bien donado
de ciencia y de discreción,
que me afirmo en la razón
de decir que es bien donado.El sentimiento amoroso
del pecho más encendido
en fuego de amor, y herido
de su dardo ponzoñosoy en la red suya cogido,
el temor y la esperanza
con que el bien y el mal se alcanza
en las empresas de amor:Advertisementaquí muestra su valor,
su buena o su mala andanza.
Sin flores, sin praderías
y sin los faunos silvanos,sin ninfas, sin dioses vanos,
sin yerbas, sin aguas frías
y sin apacibles llanos,
en agradables conceptosprofundos, altos, discretos,
con verdad llana y distinta,
aquí el sabio autor nos pinta
del ciego dios los efectos.AdvertisementCon declararnos la mengua
y el bien de su ardiente llama,
ha dado a su nombre fama
y enriquecido su lengua,que ya la mejor se llama,
y hanos mostrado que es solo
favorecido de Apolo
con dones tan infinitos,
que su fama en sus escritos
irá d’éste al otro polo.Advertisement
El rufián arrepentido
Miguel de Cervantes en el siguiente poema nos ilustra con un poema cargado de adjetivos que detallan el infortunio de un espadachín, versos que igualmente incluyen la nueva ola de las Indias.
Maestro era de esgrima Campuzano,
de espada y daga diestro a maravilla,
rebanaba narices en Castilla
y siempre le quedaba el brazo sano.Quiso pasarse a Indias un verano,
y vino con Montalvo el de Sevilla;
cojo quedó de un pie de la rencilla,
tuerto de un ojo, manco de una mano.AdvertisementVínose a recoger aquesta ermita
con su palo en la mano, y su rosario,
y su ballesta de matar pardales.Y con su Magdalena, que le quita
mil canas, está hecho un San Hilario.
¡Ved cómo nacen bienes de los males!
Canción del enamorado portugués
Como parte de las vivencias de la época, el poeta Miguel de Cervantes nos describe con aplomo por la conquista, en el doble sentido de la expresión, por lo que usa el símil, para desarrollar el verso.
Mar sesgo, viento largo, estrella clara,
camino, aunque no usado, alegre y cierto,
al hermoso, al seguro, al capaz puerto
llevan la nave vuestra, única y rara.En Scilas ei en Caribdis no repara,
ni en peligro que el mar tenga encubierto,
siguiendo su derrota al descubierto,
que limpia honestidad su curso para.Con todo, si os faltare la esperanza
de llegar a este puerto, no por eso
giréis las velas, que será simpleza.AdvertisementQue es enemigo amor de la mudanza
y nunca tuvo próspero suceso
el que no se quilata en la firmeza.
La Galatea (Fragmento)
Siendo uno de sus grandes obras escritas en 1585, el siguiente poema es un fragmento del libro, donde el poeta Miguel de Cervantes, con tono satírico y burlesco, describe el amor, la mujer, el mundo pastoril, entre otros.
Afuera el fuego, el lazo, el yelo y flecha
de amor, que abrasa, aprieta, enfría y hiere;
que tal llama mi alma no la quiere,
ni queda de tal ñudo satisfecha.AdvertisementConsuma, ciña, yele, mate; estrecha
tenga otra la voluntad cuanto quisiere,
que por dardo, o por nieve, o red no’spere
tener la mía en su calor deshecha.Su fuego enfriará mi casto intento,
el ñudo romperé por fuerza o arte,
la nieve deshará mi ardiente celo,la flecha embotará mi pensamiento;
y así no temeré en segura parte
de amor el fuego, el lazo, el dardo, el yelo.
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En la memoria vive las gentes…
En el siguiente poema de Miguel de Cervantes,nos describe la singularidad de la época, donde describe y detalla la atmósfera de los recuerdos.
En la memoria vive de las gentes,
varón famoso, siglos infinitos,
premio que le merecen tus escritos
por graves, puros, castos y excelentes.Las ansias en honesta llama ardientes,
los Etnas, los Estigios, los Cocitos
que en ellos suavemente van descritos,
mira si es bien, ¡oh Fama!, que los cuentes,Advertisementy aun que los lleves en ligero vuelo
por cuanto ciñe el mar y el sol rodea,
y en láminas de bronce los esculpas;que así el suelo sabrá que sabe el cielo
que el renombre inmortal que se desea
tal vez le alcanzan amorosas culpas.