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+10 Poemas de Luis Pales Matos ¡Profundos y únicos!

Poemas de Luis Pales Matos
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¿Cuáles son los mejores poemas de Luis Pales Matos? Luis Pales Mato se destacó en la poesía y en diferentes áreas relacionada con la escritura como la novela y el periodismo.

Este influyente puertorriqueño nació el 20 de marzo de 1898 y desde muy temprana edad mostró habilidades para la escritura lírica, de hecho su primer poemario fue publicado cuando este solo tenia 16 años de edad.

La situación económica que se vivía en su época lo obligó a abandonar la escuela y a tomar diferente oficios para sustentarse.

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Se desempeñó como ayudante de abogado, maestro rural y funcionario público. Lastimosamente nunca volvió a la escuela pero eso no representó una limitante para componer impresionantes poemas.

Su poesía se centra en la corriente modernista y junto al escritor José de Diego creo el llamado diepalismo, un movimiento vanguardista que elogiaba la lógica de los sonidos y las expresiones onomatopéyicas.

Los aportes de Luis Pales Matos a la poesía son inigualables y es por esta razón que nos complace recordar alguno de sus poemas más populares que revelan la esencia real del escritor.

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Poemas de Luis Pales Matos que marcaron la literatura

La composición lírica de Luis Pales Matos es considerada por la crítica literaria como poesía negros debido a la cantidad de elementos que hacen referencia a los afrodesendientes.

+10 Poemas de Luis Pales Matos ¡Poemas Negros!
Poemas de Luis Pales Matos que marcaron la literatura

Estos poemas nos ofrecen una imagen de los negros hispanos que han influenciad ala identidad latina y la cultura de América.

Sus versos se extiende más allá de las antillas y son reflejo de del carácter africano en el continente.

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Frontis

Este primer poema de Pales Matos muestra un mensaje directo al lector en el que el autor le confiesa a través de un texto reflexivo el origen y enfoque de sus poesía.

Lector, vas a beber en una fuente,
donde al bajar el labio y la mirada,
encontrarás tu imagen retratada
en la seda de su onda transparente;

vas a beber el agua de un torrente
hecha de Todo y en resumen Nada,
que sabe de la estrella inmaculada
y de la sima negra y atrayente…

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Ese es mi verso; profundiza un poco.
No compadezcas mi dolor, si loco
te lanza entre la sombra su saeta;

sigue, a tientas quizás: Jasón perdido,
y toparás al cabo sorprendido,
el vellocino de oro del poeta.

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El reloj

Continuamos la lista de los poemas de Palos Matos con el siguiente que centra al tiempo como fuente inspiradora, y lo compara con un monstruo de apetito voraz que devoró poco a poco la vida.

Con una incontrastable isocronía
canta el reloj las horas que transcurren,
y cual gnomos, por su armazonería,
como suspiros, rápidas, se escurren.

Quizá el tedio lo mata, y a porfía
las dos agujas del reloj, se aburren,
de estar marca que marca todo el día,
arcano idioma que ellas no discurren.

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Mirado desde lejos, tiene aspecto
extraño y mitológico, de insecto
que ve correr la vida, indiferente;

y el péndulo, una lengua centelleante,
hiperbólicamente jadeante
que se mofa del tiempo eternamente.

Guayamesa

Un poema de Palos Matos totalmente nacionalista que esta inspirado en su ciudad natal, en el plasma los paisajes maravillosos que guarda esta parte de Puerto Rico.

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Suave como los tallos del papiro,
con una vaga irradiación de fresa
es tu talle de egipcia, en el que admiro
toda la majestad de una princesa.

El ensueño y el mar, en el zafiro
de tus ojos, se tiñen Guayamesa;
y como turquesino es el suspiro,
en tus ojos se baña de turquesa.

Cabellera auroral y frente blanca
donde el pudor alguna vez se estanca…
cuando tu cabellera rizos llueve.

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Al caer en tu frente ese tesoro,
urde un desborde de flamante oro
sobre un albino témpano de nieve.

Neurosis

Un poema extraordinario de calidad excepcional que mantiene como protagonista el romance y con el da vida a estas lineas cautivadoras dignas de admiración que deja claras las habilidades del autor para la composición lírica.

Yo no sé si soy sonámbulo o neurótico;
siento algo en el alma, y no son míos…
El ambiente me sofoca, como a exótico
en un pueblo enteramente de judíos.

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Vivo en mi y no comprendo; hormigueos
van abriendo filtraciones de erotismo
en mi pecho, y un enjambre de deseos
mancha cisne de mi estricto misticismo.

Poco a poco de mi juicio van comiendo
y un volcán de efervescencia promoviendo
al tocar de mis recuerdos el tropel;

que se agitan como cuervos plutonianos,
como duendes, como brujas, como enanos
del imperio revoltoso de Luzbel.

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Día nublado

Nuevamente la pluma de Luis Pales Matos hace su magia y nos regala un poema inspirador que lleva el romance impregnado a lo largo y ancho de sus estructura.

Bajo las nubes plúmbeas y letíferas
brinca el recuerdo, fugitivo y rancio,
y en las calmas beatas y somníferas
palpita una fatiga de cansancio.

Recorta el monte su silueta bruna
en una fiebre mística de asceta,
pues lejos de Guayama, goza una
hiperbólica paz de anacoreta.

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La conciencia del dombo se ennegrece,
cual la de un criminal, y desfallece
en la seda de exótico desmayo;

le nacen al dolor siete raíces,
y en la pizarra de los cielos grises
Dios escribe su nombre con el rayo.

Poemas de Luis Pales Matos dedicados por el autor

Algunas de la producciones del escritor puertorriqueño están inspiradas en personalidades influyentes en la vida de escritor y muchas de ella también marcaron su poesía hasta la que hoy conocemos.

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Conoce aquí algunas de las obras poéticas de Juan Pales Matos que llevan inmersas una dedicatoria y sobrepasan los niveles de interés en los lectores.

Matinal

Para Carmelo Obén fue escrito este poema de Pales Matos que plasma entre palabras cautivadoras un mensaje lírico inspirador.

El letargo padece despertamientos;
palpita entre las frondas rumor de oleaje,
y una llovizna sueña desgreñamientos
de cristales sutiles, sobre el ramaje.

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Como un orientalismo de ensoñamientos
la neblina recoge su tul de encaje.
¿Qué efervescencia pone sacudimientos
en la pereza rústica del paisaje?

Un trino cristalino lejano suena,
y Polimnia desflora su cantilena
en el glú-glú risueño de la fontana:

Febo guiña indeciso detrás del monte,
y explota en llamaradas el horizonte
al ósculo candente de la mañana.

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Sábado de gloria

Con la dedicatoria «Para mi profesor y distinguido amigo José M. Baba» este poema de Pales Matos llena de inspiración a muchos lectores, con aspectos religiosos que ponen sobre la mesa reflexiones interesantes.

Esta mañana loca de campana,
y una como alegría retozona,
rebosa rica limpidez cristiana
en su franca pureza de madona.

«¡Cristo, Cristo!» resuena en la pradera
la elocuencia de Abril. «Toma estas flores;
colna me las brindó en la primavera
y ellas pueblan de triunfo mis ardores…

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Cristo mira las almas sonriendo;
en sus sonrisas inquietantes, mudas,
un calor de entusiasmo se deslíe;

mientras todo ridículo, corriendo
sobre un pellejo hecho pollino, Judas
al verse tan estúpido, se ríe.

Místico

«Para la muerta niña» Juan Pales Matos creo esta composición que utiliza la muerte para darle un tono oscuro a la obra, al mismo tiempo que impregna de romance las líneas cargadas de dulzura cautivadora.

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Envuelta en una magia de rosados candores,
sobre un reclinatorio de nardos y azahares,
tu cuerpecito lleno de inocentes temblores
dormía su narcisismo, ajeno a las pesares.

Velaba tu alma honesta vago romanticismo:
doradas mariposas, quiméricos jardines,
fuentecillas gimiendo en su solitarismo
como un encantamiento de notas de violines.

Abismada en el prisma que la niñez ponía
ante tus ojos, negros como los sinsabores,
tu vida era crátera de rica fantasía.

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Y, núcleo de una alegre cáfila de rumores,
eras como el preludio de suave melodía
que el céfiro nocturno remeda entre las flores.

Fantasía

Una poesía en la que el escritor dejó señalado que iba dirigida «para la amada del haschich».

Un verso lleno de amor, romance, pasión y erotismo que cautivará la mente de cualquiera con el uso correcto de la palabra escrita y el estilo característico del autor.

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Bajo la pedrería de la noche estrellada,
borracho en el zafiro de un desmayo amoroso,
sueño en las pupilas morunas de mi amada
que habita en un castillo lejano y misterioso.

Nos amamos de lejos, pues un dragón rabioso
cuida los movimientos de mi novia encantada,
y ella, sin abatirse por su destino odioso,
hila místicamente tranquila y resignada.

¿La fuga? Será noche, cuando la primavera
vierta su cornucopia de luz en la pradera
y suene del convento la romántica esquila,

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cuando mi amada anónima, que ni una queja exhala,
concluya, con sus dedos delicados, la escala
que hace tiempo en la rueca de su silencio hila.

Fruta prohibida

Otro poema cargado de romance inspirado en la figura femenina, musa de muchas de las obras del escritor puertorriqueño, en el señala que la misma va dirigida «para la amada de fuego».

Era la noche plétora de un delirio chispeante,
era una indiferencia sonámbula y fragante:
la muda indiferencia de los astros, despiertos
como un diluvio de ojos parpadeantes y abiertos.

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Era un vaho de perfume de hembra en los jardines,
bajo la enredadera de los blancos jazmines;
y aquellas, las estrellas, nos miraban temblando;
y vino el paraíso de anhelos suspirando;

y vino aquel deseo de la mujer primera,
y tembló sorprendida la casta enredadera;
y en el febril incendio de nuestra edad temprana,

tú deshecha en querellas, yo en el amor ardiente,
probamos los dulzores de la roja manzana,
y vimos como alegre silbaba la serpiente.

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Las últimos días de la vida de escritor puertorriqueño estuvo marcada por la desdicha y los hechos desafortunados.

La muerte prematura de su esposa y si primer hijo dejó en él secuelas de dolor que se afianzaron luego de la perdida física de su primera nieta, en la que él había colocado toda su ilusión.

Un año después de la muerte de su nieta, fallece en 1959 a la edad de 61 años de edad, dejando tras su deceso un maravilloso legado literario.

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