Saltar al contenido

+15 Poemas futuristas ¡Populares en el mundo!

Poemas futuristas
Advertisement

¿Has leido alguno de los mejores poemas futuristas? El futurismo literario tomó poder en el siglo XX en Europa, gracias al manifiesto publicado por el poeta Filippo Tomasso Marinetti. Quien, a lo largo del documento manifestó la necesidad de desechar las formas convencionales de arte, rechazar la tradición y darle la bienvenida a los cambios y a la modernidad.

Listado de los mejores poemas futuristas

El movimiento futurista toma forma y se convierte en un sinónimo de cambio, adaptabilidad, avance, industrialización e incluso controversia. Pues significó cuestionar lo que se conocía para ese entonces y dar paso a la revolución, innovación, al lenguaje rápido y violento de la época.

En Escribirte, te presentamos un top de poemas futuristas para que puedas conocer un poco más sobre esta corriente.

Advertisement
Los poemas futuristas abrieron el camino a la modernidad y al quebrantamiento de los convencionalismos y normas de la época

15. Abrazarte (Filippo Tomasso Marinetti)

El padre del futurismo italiano, expresa en estas líneas la tristeza de la inevitable muerte, dejando sólo la soledad y desesperación a su paso:

Cuando me dijeron que te habías marchado
Adonde no se vuelve
Lo primero que lamenté fue no haberte abrazado más veces
Muchas más
Muchas más veces muchas más
La muerte te llevó y me dejó
Tan solo
Tan solo
Tan muerto yo también
Es curioso,
Cuando se pierde alguien del círculo de poder
Que nos-ata-a-la vida,
Ese redondel donde sólo caben cuatro,
Ese redondel,
Nos atacan reproches (vanos)
Alegrías
Del teatro
Que es guarida
Para hermanos
Y una pena, pena que no cabe dentro
De uno
Y una pena, pena que nos ahoga
Es curioso,
Cuando tu vida se transforma en antes y después de,
Por fuera pareces el mismo
Por dentro te partes en dos
Y una de ellas
Y una de ellas
Se esconde dormida en tu pecho
En tu pecho
Como lecho
Y es para siempre jamás
No va más
En la vida
Querida
La vida
Qué tristeza no poder
Envejecer
Contigo.

Advertisement

14. Antes del cine (Wilhelm Apollinaire de Kostrowitsky)

En este poema futurista, simple pero funcional, nos deja entender que la temática en cuestión (el cine) es un reflejo mismo del movimiento, que avanza, da paso a nuevas formas de arte, de creación y de difusión y deja atrás los convencionalismos:

Y luego esta tarde iremos

Al cinema

Advertisement

Los Artistas de ahora
Ya no son los que cultivan las Bellas Artes
No son los que se ocupan del Arte
Arte poético o musical
Los Artistas son los actores y las actrices

Si fuésemos Artistas
No diríamos cinema
Diríamos cine

Pero si fuéramos viejos profesores de provincia
No diríamos cine ni cinema
Sino cinematógrafo

Advertisement

También Dios mío es necesario tener buen gusto.

13. Tarde a este mundo (Iventh Guadalupe Acosta)

Este curioso poema futurista, (porque en vez de llevarnos al futuro, nos invita al pasado), también sirve como método de protesta pues, con la llegada de las máquinas, »la vida sencilla» se convierte en cosa del pasado:

Advertisement

Llegue tarde a este mundo
Llegue a esta vida demasiado tarde,
me hubiera gustado nacer
y llegar a esta vida muchos años antes

Pues vivir hace un siglo atrás
hubiera sido emocionante.
No había deforestación ni contaminación
Había agua pura y abundante.
El aire era limpio y fresco,
Los pajaritos cantaban sin cesar,
Me hubiera gustado tanto verlos cantar

Porque no nací antes
Es mi gran curiosidad,
Hubiera disfrutado tanto ver el planeta brillar
Y no como está ahora todo en tempestad

Advertisement

12. Donde está tu amor (Andrea Milena Soto)

Como parte del movimiento futurista, los poetas emplearon novedosos métodos de escritura, en el que se alejaban de la ortografía o sintaxis usada con anterioridad:

Cielo en llamas alma herida
fragor de mundo destruido
Donde esta tu amor.

Advertisement

En mi cuerpo hendido
ese clamor de mundo
desaparecido
donde esta tu amor.

Solo sulfurados prados
Volcanes volcados
hombres desollados.

No hay amor en las cenizas
el amor en fuga aprisa
solo donde esta tu amor.

Advertisement

11. ¿Qué nos está pasando? (Fátima Castillo)

Otro poema futurista de protesta, Castillo expresa con preocupación el rumbo que la sociedad está tomando, sin detenerse, que va a toda velocidad a un destino incierto y peligroso:

Vivimos en un mundo indiferente,
algo estamos haciendo mal
destruimos la armonía natura,
el mundo se encamina a su final.

Advertisement

Si no hacemos algo para mejorar.
Sera el final de nuestra existencia,
habrá muerte y destrucción eterna,
la gente no se esta dando cuenta

10. Oigan (Vladímir Mayakovski)

Para los poetas futuristas rusos, era más importante quebrantar los esquemas establecidos y renovar la forma del lenguaje literario, así lo muestra el padre del movimiento en la nación europea, este poema futurista es un ejemplo de ello:

Advertisement

Oigan;
si encienden
las estrellas
es porque alguien las necesita. ¿verdad?
Es que alguien desea que estén,
es que alguien llama perlas a esas escupitinas.
Resollando
entre tormenta de polvo al mediodía
penetras hasta Dios,
tema haber llegado tarde
llora,
le besa las mano carniseca,
implora
que pongan sin falta una estrella
jura
que no soportará ese tormento inestelar.
Y luego
anda preocupado,
aunque aparenta calma.
Dice a alguien:
¿ahora no estás mal, eh?
¿A que ya no tienes miedo?
Oigan, si encienden
las estrellas
es porque alguien las necesita ¿verdad?
Es indispensable
que todas las noches
sobre los tejados
arda
aunque sea una sola estrella.

9. Canción del Automóvil (Filippo Tomasso Marinetti)

El lenguaje de Marinetti era rápido y apasionado, y en su manifiesto, previamente mencionado en este artículo, alababa la velocidad de las máquinas, el poder, la fuerza de los automóviles, como se denota en este poema futurista:

Advertisement

A MON PÉGASE L’AUTOMOBILE
¡Dios vehemente de una raza de acero,
automóvil ebrio de espacio,
que piafas de angustia, con el freno en los dientes estridentes!
¡Oh formidable monstruo japonés de ojos de fragua,
nutrido de llamas y aceites minerales,
hambriento de horizontes y presas siderales
tu corazón se expande en su taf-taf diabólico
y tus recios neumáticos se hinchen para las danzas
que bailen por las blancas carreteras del mundo!
Suelto, por fin, tus bridas metálicas…
¡Te lanzas con embriaguez el Infinito liberador!
Al estrépito del aullar de tu voz…
he aquí que el Sol poniente va Imitando tu andar veloz,
acelerando su palpitación sanguinolento a ras del horizonte…
¡Míralo galopar al fondo de los bosques!…
¡Qué importa, hermoso Demonio!
A tu merced me encuentro…
¡Tómame sobre la tierra ensordecido a pesar de todos sus ecos,
bajo el cielo que ciega a pesar de sus astros de oro,
camino exasperando mi fiebre y mi deseo,
con el puñal del frío en pleno rostro!
De vez en vez alzo mi cuerpo para sentir en mi cuello,
que tiembla la presión de los brazos helados
y aterciopelados del viento.
¡Son tus brazos encantadores y lejanos que me atraen!
Este viento es tu aliento devorante,
Insondable Infinito que me absorbes con gozo…
¡Ah! los negros molinos desmanganillados
parece de pronto que,
sobre sus aspas de tela emballenada
emprenden una loca carrera
como sobre unas piernas desmesurados…
He aquí que las Montañas se aprestan a lanzar
sobre mi fuga capas de frescor soñoliento…
¡Allá! ¡Allá! ¡mirad! ¡en ese recodo siniestro!…
¡Oh Montañas, Rebaño monstruoso, Mammuths
que trotáis pesadamente, arqueando los lomos Inmensos,
ya desfilasteis… ya estáis ahogadas
en la madeja de las brumas!…
Y vagamente escucho el estruendo rechinante
producido en las carreteras
por vuestras piernas colosales de las botas de siete leguas…
¡Montañas de las frescas capas de cielo!…
¡Bellos ríos que respiráis al claro de luna!…
¡Llanuras tenebrosas Yo os paso el gran galope
de este monstruo enloquecido…
Estrellas, Estrellas mías,
¿oís sus pasos, el estrépito de sus ladridos
y el estertor sin fin de sus pulmones de cobre?
¡Acepto con Vosotras la opuesta,
Estrellas mías … ¡Más pronto!…
¡Todavía más pronto ¡Sin una tregua¡
¡Sin ningún reposo ¡Soltad los frenos!…
¡Qué! ¿no podéis?… ¡Rompedlos!… ¡Pronto!
¡Que el pulso del motor centuplique su impulso!
¡Hurra! ¡No más contacto con nuestra tierra inmunda!
¡Por fin me aparto de ella y vuelo serenamente
por la escintilante plenitud de los Astros
que tiemblan en su gran lecho azul!

Poemas futuristas y surrealistas de Vladimir Mayakovski

Desde ahora, se dedica una sección especial al padre del futurismo ruso, oriundo de Baghdati, el poeta y también dramaturgo Vladimir Mayakovski, quien, por sus ideales políticos fue expulsado de la escuela de arte donde cursaba en Moscú.

Advertisement

8. ¡Escuchad! (Vladimir Maiakovski)

Conocido como »el poeta de la revolución» Mayakovski sentó las bases para una transformación de los valores artísticos de la época, como este poema futurista.

¡Escuchad!
Acaso, si las estrellas brillan,
¿es que hay a quien le haga falta?
¿Es que alguien quiere que estén?
¿Es que alguien toma estas escupitinas por perlas?
Y a gritos,
Entre polvaredas de mediodía,
Se abre paso hacia dios,
Teme que nadie lo espere,
llora,
besa su mano nervuda,
ruega,
!habrá por fuerza una estrella!
clama,
¡no aguantará este calvario a oscuras!
Y después
Anda inquieto,
con expresión de calma.
Le dice a alguien:
“¿Acaso ya no tienes nada?
¿No da miedo?
¡¿Sí?!”
¡Escuchad!
Acaso, si las estrellas
brillan,
¿es que hay a quien le haga falta?
¡¿Es que es preciso
que cada vez que anochece
sobre los tejados
se encienda siquiera una estrella?!

Advertisement

7. Sólo Quiero Milagros (Vladímir Mayakovski)

Mayakovski basó sus obras en el proletariado, la revolución, la lucha contra la burguesía, y por estos ideales, fue perseguido y visto como un elitista;

Lo difícil no es morir,
sino seguir viviendo.
Jamás comprenderéis
por qué yo,
tranquilo,
entre el vendaval de burlas.
Llevo en un plato el alma
al festín de los años futuros.
Por el carrillo rasposo de las calles,
resbalando como lágrima inútil,
yo,
quizá sea
el último poeta.
¿Habéis visto?
En las avenidas pedregosas
se contonea
la cara listada de la abulia ahorcada,
y sobre la cerviz espumajosa
de los ríos veloces
retuercen los puentes sus brazos de hierro.
El cielo llora
desconsolado,
sonoro;
una nubecilla
una mueca en la comisura de los labios
parece una mujer que esperaba un niño
y Dios le dio un idiota tuerto.
Con dedos rollizos, cubierto de vello rojo,
el sol acarició con la insistencia del tábano
vuestras almas fueron esclavizadas a besos.
Yo, intrépido,
mantuve en los siglos el odio a los rayos de día;
con el alma tensa, como nervios de cable,
soy
el rey de las lámparas.
Vengan a mí
los que rasgaron el silencio,
los aullaron
cuando el dogal del mediodía apretó,
les mostraré,
con palabras
sencillas,. Como un mugido,
nuestras nuevas almas,
zumbantes,
como arcos de lámparas.
Apenas toque con los dedos vuestra cabeza
os crecerán los labios
para enormes besos
y una lengua
afín a todos los pueblos.
Yo, con el lama renqueante,
me retiraré a mi trono
con agujeros de estrellas en las bóvedas gastadas.
Me acostaré
luminoso
con ropas hechas de indolencia
sobre el blando lecho de estiércol legítimo
y silencioso,
besando las rodillas de las traviesas
me abrazará por el cuello la rueda de un tren.
Sólo quiero milagros.

Advertisement

6. La Flauta Espinazo (fragmento) (Vladimir Mayakovski)

Más allá de su poesía, creó una agencia de publicidad en los años 20’s, en la que él se encargada de redactar los textos y la propaganda, con mensajes muy directos, además, introdujo los carteles o afiches como formas de expresar sus ideales:

Por todas
las que me gustaron o me gustan,
guardadas como imagen guardados en la cueva del alma,
igual que la copa de vino en un brindis,
alzaré mi cráneo colmado de versos.

Advertisement

Pienso más y más
si no sería mejor poner
un punto con bala a mi final.
Hoy,
por si acaso,
doy un concierto de despedida.

¡Memoria!
Junta en la sala de la frente
los turnos incontables, mis amores.
Trasiega la risa de un ojo a otro,
adorna la noche con sartas de pasadas bodas.
Que nadie olvide esta noche:
hoy tocaré la flauta
en mi propio espinazo.

1

Advertisement

Las lenguas de las calles aplasto con los pasos
¿Adónde ir, consumiendo este infierno?
¿Qué celeste Hoffmann
te inventó, maldita?

A la borrasca del gozo las calles le quedan estrechas.
Del día festivo salen y salen, acicalados todos.
Yo pienso.
Pensamientos, coágulos,
malsanos, espesos, me escurren del cráneo.

Yo,
obrador de todo lo festivo,
yo no tengo con quien ir a celebrar.
Ahora mismo me caeré de espaldas,
me saltarán los sesos en las piedras del Nevski.

Advertisement

He blasfemado, sí,
voceado que no hay Dios;
pero Dios, de las honduras infernales sacó
a la que estremecería las montañas
subió y ordenó:
¡Quiérela!

Dios está contento.
Bajo el cielo, en un candil,
un hombre agotado , se apaga.
Dios se frota las manitas.
Piensa Dios:
-¡Ya veras, Vladímir!

A él, sí, a él,
para que no adivinase quién eras,
se le ocurrió darte marido de verdad
y en el piano poner humanas notas.

Advertisement

Si alguien se deslizara de pronto a la puerta de la alcoba,
si hiciera el signo de la cruz sobre la colcha y
tú y él,
lo sé:
olería a lana quemada,
como azufre humearía la carne del diablo.

Pero en vez de eso, hasta que fue mañana,
de horror, que te llevaban a quererte,
anduve errante,
y gritos en líneas tallaba,
joyero loco a medias ya.

¡Jugar con los naipes!
¡Con vino
enjuagarte el gaznate al corazón devuelto en un

Advertisement

¡No me haces falta!
¡No quiero!
Da igual;

que pronto me iré al carajo.

Si es verdad que existes tú,
Dios,
Dios mío;
si la alfombra de estrellas por ti fue tejida;
si este dolor
multiplicado cada día
es la tortura que mandas, Señor,
cuélgate la cadena de juez.
Espera mi visita.
Soy puntual,
no tardo nada.
¡Escucha,
supremo inquisidor!
Me sellaré la boca;
ni un grito escapará de mis labios mordidos.
Átame a cometas como a colas caballunas,
y que me arrastren
desgarrándome entre los dientes de las estrellas.

O sí no,:
cuando mi alma se vaya
pasmón enfurruñado,

alza la Vía Láctea como una horca,
préndeme y cuélgame: delincuente.

Advertisement

Haz lo que quieras.
Si quieres, descuartízame.
Yo mismo a ti, justiciero, las manos te lavaré.

Pero
-¿me oyes?-
¡llévate a la maldita esa
que has hecho mi amada!

Las lenguas de las calles aplasto con los pasos
¿Adónde ir, consumiendo este infierno?
¿Qué celeste Hoffmann
te inventó, maldita?

Advertisement

5. Nacimiento (Vladimir Mayakovski)

Para atraer al público, Mayakovski empleó diversas técnicas para escribir y comunicarse, desde lenguaje muy sencillo y coloquial, hasta un estilo más prosaico:


Que aprendan los contemporáneos a escribir,
y también los historiadores imbéciles.
«Un notable poeta vivió una vida mezquina y
sin interés.»
Yo sé,

Advertisement

no pronunciarán mi nombre los pecadores,
asfixiándose en el infierno.
Mi telón en el Gólgota,
no se bajará con el aplauso de los popes.
Mejor,
me beberé mi café por la mañana,
en este espléndido parque de verano.
En el día de mi llegada,
en el cielo de Belén,
no encenderán ninguna señal.
Nadie molestó las tumbas,
donde duermen los magos de pelo rizado.
El día de mi llegada,
fue como todos los días,
absolutamente igual.

4. Ascensión (Vladimir Mayakovski)

Mayakovski utilizó esta forma de arte para transformar su entorno, en el que construía las nuevas bases para una nueva sociedad, con nuevos ideales y valores, como este poema futurista:

Advertisement

Yo soy poeta.
Enseñad a los niños que el sol se levanta

/detrás de los pilares del Este.

En el tálamo de amor aparece la cabeza

/querida con sus pocos pelitos.

Lancé a lo alto una flecha de desafío.
¡Quítate esa sonrisa!
Mi corazón busca el balazo, y la garganta

Advertisement
/delira con una navaja.

Es la pesadilla deshilvanada del demonio,
en la que crece mi angustia.
Me persigue,
me atrae con su abismo el agua del mar.
Me arrojaría también desde cualquier techo.
Las nieves me rodean.
Las nieves me cubren,
crecen, hacen espuma, caen,
de nuevo en el hielo cae una esmeralda

/escarchada.

Tiembla mi alma.
Entre los hielos está ella aprisionada,
y no puede salir.
Así embrujado,
iré caminando por las orillas del Neva.
Doy un paso,
y nuevamente estoy en el mismo lugar.

Corro,

pero es en vano.
De pronto me encontré ante un edificio.
Se alzó detrás de las ventanas de hielo,
en un amanecer redondo.
Allá voy.
Maulló un gato.
Arde la luz nocturna,
de la farmacia de turno.
Toco el timbre.
¡Boticario!
¡Boticario!
Esperé colgado de mis propios hombros.
Crecieron,se turbaron mis pensamientos,
crecieron enredados,
como cuernos de ciervos.
Manché el piso de llanto.
Me hinqué de rodillas,
llorando mi paraíso perdido.
¡Boticario!
¡Boticario!
¡Boticario!
¡Déme de beber algo!
Cómo puedo hacer,
para beberme hasta el fin la angustia del

Advertisement
/corazón.

¡Habrá en el cielo virgen, infinito,
o en el Sahara delirante,
o en un desierto enloquecido,
habrá un asilo para celosos?
Detrás de los frascos y las probetas,
hay tantos secretos.
Tú conoces la más alta justicia.
¡Boticario!
Ayúdame para que sin dolor,
emigre mi alma al cielo.

Me extiende un frasco,
veo un cráneo.
«Veneno»
debajo dos huesos cruzados.
¿A quién se lo da?
Si yo soy inmortal,
tu huésped es extraordinario.
Los ojos ya no ven.
Estoy mudo,
cierro la puerta detrás de él,
y bien,
¿qué hacer ahora?
¡No faltaba más,
con un veneno perecer intoxicado!
Una turbia suposición
cruzó la mente del tonto boticario.
En las ventanas, los curiosos.
Se oyen voces.
Y de pronto,
asciendo a los aires,
pasando los mostradores.
El techo se abre solo, sin dificultad.
Chillidos.
Ruido.

¡Sobre la casa hay uno colgado!
Ya estoy sobre la casa. ¡Paso!
Veo la iglesia al atardecer,
la cruz iluminada. ¡Paso!
La cima de los árboles y el bosque.
Graznan los cuervos. ¡Paso!
¡Estudiantes!
Todo lo que aprendimos es un cuento.
Y también todo lo que enseñamos.
La Física, la Química y la Astronomía son un

Advertisement
/cuento.

Si se me antoja volar,
vuelo por las nubes.
Y voy a todas partes,
y puedo estar donde quiero,
asombrando la rutina de todas las baladas

/poéticas.

Cantad ahora al nuevo demonio con alas,
de abrigo americano,
y brillo en sus zapatos amarillos.

Advertisement

3. Poeta y Obrero (Vladimir Mayakovski)

Este poema futurista es un claro reflejo de como Mayakovski apoyaba a la clase trabajadora y dentro de muca de sus obras les entregaba poder para decidir su futuro:

Somos parejos.
Compañeros, dentro de la masa obrera.
Proletarios de cuerpo y de alma.
Solo juntos hermosearemos el mundo
Y lo impulsaremos con himnos.

Advertisement

2. El violín y algo nervioso ( Vladimir Mayakovski)

Con el pasar de los años, su forma de escribir se fue direccionando a una forma más narrativa, como pequeñas historias:

El violín se estremecía, imploraba,
y sollozó de súbito,
tan infantil
que el tambor no se contuvo;
-¡Bien, bien, bien!
Y cansado, sin escucharlo hasta el fin
desapareció por la agitada calle Kusnieski¹
La orquesta escuchaba indiferente,
el llanto del violín,
sin palabras, ni compases,
sólo un plato tonto repicó:
-«¿Qué es eso?
-¿Cómo es eso?»
Cuando el Xilofón,
con el rostro de bronce
sudado,
gritó:
-«¡Tonta!
¡Llorona!
¿Por qué no te callas?».
Me levanté!
Tambaleando pasé entre las notas
ante el agachado horror de los pupitres,
y grité, no sé por qué:
-«¡Dios mío!»
y me arrojé al cuello de madera.
-«¿Sabe, violín, una cosa?
Somos terriblemente parecidos.
Yo también grito,
y no sé demostrar nada.
Los músicos se reían:
-«¡Qué metejón!
Se fue con la novia de madera
¡Cómo tiene la cabeza!
Y a mí qué me importa…
Yo soy bueno.
-«¿Sabe, violín, una cosa,
Vamos a vivir juntos?
¿Eh?»

Advertisement

1. La blusa fatua ( Vladimir Mayakovski)

Pero no todo la obra futurista de Mayakovski fue basada en la política, también escribió sobre numerosos temas controversiales como el amor (siendo su musa la esposa de su editor, Lilia Brik) la religión, la revolución y el arte, como este poema futurista:

 

Yo me haré pantalones negros,
del terciopelo de mi voz,
y una blusa amarilla,
de tres metros de atardecer,
y pasaré por la mundial avenida Nievski¹
por sus lustrosas veredas,
compadreando con paso fatuo de Don Juan.
Dejen que la tierra gima en descanso amujerado.
«¡Tú las primaveras verdes las vas a violar!»
Yo le diré al sol, mostrando los dientes:
-¡Sobre el asfalto liso, me gusta compadrear!
Será porque el cielo está muy celeste,
y la tierra, mi amante, está limpia y de fiesta,
yo les regalo mis versos alegres, como un bi-ba-bó,
necesarios y agudos como cepillo de dientes.
Mujeres amantes de mi carne,
y esa niña que fraternalmente me mira.
Cubridlo de sonrisas al poeta,
que yo las bordaré, cual flores,
en mi blusa,
amarilla,
de fatuo.

Advertisement

 

El futurismo fue la oportunidad perfecta para que los artistas se liberaran del pasado e implementaran formas visionarias de crear, resaltando el vanguardismo, la originalidad, el dinamismo y el desarrollo de la sociedad como principales ejes.
Si te gustó esta selección de poemas futuristas, no dudes en compartir este material, no te pierdas otras colecciones de Escribirte.
Advertisement

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *